¿Cuál es la clave para ser un gran líder?

Las empresas cada día son más complejas, ya no son tan estáticas como antes con la llegada de la digitalización, son cada vez más dinámicas y muy cambiantes. Por lo que hoy requieren tener líderes que se adapten a las nuevas tendencias, no basta con ser inteligente, educado, disciplinado, creativo, mente abierta, experiencia, buenas ideas, si carecen de inteligencia emocional no será un gran líder. 

Necesitan tener una mezcla de inteligencia, con emoción y actuación efectiva, conocer a las personas que tiene en su empresa. La inteligencia emocional da la capacidad de trabajar con otros y la efectividad de cambiar oportunamente  de estilo de liderazgo.

 

 

Existen varios estilos de liderazgo los más reconocidos son:

Estilo autorizado (visionario): motiva a la gente y explica como su labor engrana dentro de la empresa para cumplir su misión y de ahí la importancia de lo que hacen. Da libertad para innovar, experimentar y tomar riesgos calculados. Vende una imagen a los colaboradores a largo plazo.

 

Estilo entrenador (sígueme): se enfoca principalmente hacia el desarrollo personal y no hacia temas relacionados de forma inmediata con el trabajo es a largo plazo. Requiere paciencia, dialogo, mandar constantemente el mensaje codificado “creo en ti”, estoy invirtiendo en ti, espero lo mejor de ti, funciona solo si los colaboradores son conscientes de sus debilidades y quieren mejorar su rendimiento.

 

 

Estilo asertivo (armonía, unión): las personas son primeros, es el mensaje en este estilo, valorar a las personas, sus emociones más que las tareas y los objetivos. Mantener a los empleados felices, armónicos entre ellos, construir lazos emocionales para tener una lealtad a prueba de todo. Debe haber una gran comunicación para inspirar, crear confianza, el líder es un padre amoroso no impone ni censura y ajusta las normas. Da libertad para realizar el trabajo, crea pertenencia a un equipo.

Estilo democrático (consenso): permite a los empleados se expresen a la hora de tomar decisiones que afecten los objetivos. Una de sus grandes virtudes es saber cuándo las reuniones se encuentran en un momento de eterna reflexión, empezando a redundar en un tema que si no logra destrabar tendrá que hacer más reuniones para lograr el consenso. Es muy útil cuando el líder es nuevo y está rodeado de empleados de mucha experiencia. No funciona en tiempo de crisis.

 

Estilo que marca la pauta (excelencia y autogobierno): marca el líder estándares extremadamente altos de rendimientos y da ejemplo. Los empleados que ofrecen un bajo rendimiento son sustituidos por otros. Funciona solo cuando tienes empleados muy motivados y calificados

 

 

Estilo coercitivo (emergencias): es el más utilizado en tiempo de crisis, cuando necesitas un realista y haga los cambios necesarios para que la empresa salga a flote, una vez enderezado el barco y las aguas están en calma se debe cambiar el estilo ya que de seguir en lo mismo será despedido y tendrán que contratar un líder con estilo asertivo. 

Los líderes necesitan muchos estilos, los que dominan tres o cuatro obtienen el mejor rendimiento y el mejor ambiente de trabajo, se debe variar de un estilo a otros según lo necesite la entidad.

 

 

La clave es tener un diagnóstico de que es lo que está afectando en ese momento y aplicar el estilo adecuado para el caso por el tiempo que sea necesario, luego se tiene que volver a analizar y ver qué cambios nuevos necesitan. Por lo que es recomendable que con el paso del tiempo logres tener una lista de posibles situaciones que se pueden presentar y los posibles estilos que lo pueden enderezar. 

En todos los estilos antes mencionados es indispensable tener una inteligencia emocional, para lo que es necesario primero conocernos uno mismo, cuales son las emociones que nos mueven más    (cólera, alegría, miedo, tristeza, amor, sorpresa, vergüenza, aversión) saber cómo somos nos da como resultado ser personas honestas con nosotros mismos.

 

Una vez que sabemos que emociones tenemos más desarrollados es necesario trabajar con ellas para aprender a controlarlas, disminuir las más desarrolladas y aumentar las menos, saber en qué momento es necesario mostrarlas y cuando no. Lo que si nunca las debemos reprimir.

 

Recuerda esto:

 

·         No pierdas los estribos bajo ninguna situación (no hay que mostrar las emociones felicidad u odio etc...)

·         Respira y despeja tu mente.

·         Ve la situación desde un panorama general hazte preguntas.

·         Emplea técnicas que te ayuden a mantener la calma.

 

Por Víctor Peña                               Máster en Marketing Digital por la UNID

@pena2872

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: http://www.losrecursoshumanos.com/, http://www.inteligencia-emocional.org/, http://www.trabajo.com.mx/