LA AMBICIÓN DE DIEGO VALERA

Hasta hace un par de semanas y después de llevarse al cabo el Consejo Político del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en la ciudad de San Cristóbal de la Casas, en el cual se dieron cita la crema y nata de los grandes activos de este Instituto que hoy gobierna al Estado, por ahí se filtró que quienes acudieron estaban conscientes de que prevalecía la unidad en torno a su dirigente estatal Eduardo Ramírez Aguilar, quien en ese momento mostró las líneas a seguir con miras al proceso electoral del 2018.

Aunque como se dio a conocer hubo jalones de orejas para algunos asistentes -llámese alcaldes o diputados-, que no han demostrado con trabajo para lo que fueron electos, y, realmente esto no dejó satisfecho a algunos y si pudo observarse algo de reserva en uno que otro Presidente o Legislador del Partido del Tucán.

 

Quienes integran las filas del Partido Verde Ecologista de México, no deben olvidar que su característica principal ha sido la lucha diaria por convertirse en un instrumento político que represente las causas ecológicas de nuestro país y desde luego de Chiapas. No cabe la menor duda que el esfuerzo de muchos hombres y mujeres que han trabajado con pasión por que el PVEM siga siendo la primera fuerza política en el Estado, podría llegar a su fin y todo por la ambición de un integrante que ha sido arropado por estas siglas y que al parecer pretende traicionarlo.

 

En este caso me refiero al diputado federal Diego Valera, que al parecer le han hecho sentir que cuenta con los merecimientos de ser el próximo Gobernador del Estado de Chiapas, pero no por el Partido del Tucán, sino por el de Movimiento Ciudadano (MOCI), si bien, no se debe dudar que en estos momentos las huestes del gobernador del Estado, Manuel Velasco Coello ya están trabajando fuerte para mantener a la coalición integrada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza conduciendo las riendas del progreso de Chiapas.

 

No obstante que las intenciones de Diego Valera de ser Gobernador del Estado siguen retumbando en su cabeza, perfectamente sabe que no tiene la más mínima posibilidad de alcanzar esta oportunidad ya que “como dice la gente” a él solo en la Costa lo conocen. A caso seguirá vendiendo la idea de que por haber ganado en la mayoría de los municipios que integran el Distrito 7 con sede en Tonalá ya se siente merecedor. Debe tener presente que aún hay otros que si trabajan y anda calladitos.

 

Lo mejor sería, si es que tiene ese interés de buscar la Gubernatura del Estado, trabajar en la elaboración de Leyes que mejoren la situación de los grupos vulnerables que hay en el Estado y desde luego demostrar que tiene la capacidad para ser Gobernador, aunque no en el próximo proceso electoral.

 

EL EZLN BUSCA LA GRANDE

 

“Los zapatistas” salieron a la luz pública el 1 de enero de 1994, el mismo día en que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México). En esa fecha un grupo numeroso de indígenas armados ocuparon siete cabeceras municipales y tenían como objetivo derrocar al presidente Carlos Salinas de Gortari que tenía hundido al país en una severa crisis económica.

 

Ahora y en un hecho sin precedentes para el pueblo chiapaneco y después de llevarse a cabo el Quinto Congreso Nacional Indígena, los integrantes del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), tomaron la decisión de participar de manera muy activa en las elecciones del próximo proceso electoral del 2018 y en una consulta a la base una mujer indígena será elegida para ser Presidenta del país. De entrada esta determinación nos parece bien.

 

Sin embargo, no hay que perder de vista que, en una declaración conjunta, durante el Quinto Congreso Nacional Indígena y parafraseando al Himno Nacional Mexicano, titulada “Que retiemble en sus centros la tierra”, los zapatistas hacen un recuento de las acciones del gobierno y han considerado que su ofensiva en contra de los pueblos no cesará hasta hacerlos desaparecer. Esto si debe de llamar la atención de propios y extraños.

 

Ahora bien, es momento para que las Instituciones que realmente no han cumplido con su encomienda para manejar los destinos del Estado de Chiapas se pongan a trabajar y así evitar un conflicto de grandes magnitudes como el del año 1994.  Con esto no quiero decir que va a suceder, porque la decisión de participar en los comicios electorales del 2018 da muestra clara que el EZLN optó por convertirse en una alternativa pacífica y legal para México. Es cuanto.

 

Comentarios y Sugerencias a: jciretaherrera2@gmail.com

 

 

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