Florida, puede inclinar la balanza para llegar a la casa blanca.

En Florida el candidato demócrata Barack Obama ganó la elección presidencial en 2012 al republicano Mitt Romney con menos del 1.0 por ciento de los sufragios, en unas votaciones muy reñidas como las que se esperan para el próximo martes.

Las encuestas de intención de voto de los últimos días sugieren que el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, está ganando apoyo en Florida, pero sigue estando detrás de la aspirante demócrata Hillary Clinton por tres puntos porcentuales.

 

Si se toma en cuenta que el margen de error de las encuestas es de tres puntos porcentuales, entonces se estaría en un empate virtual.

 

Mientras, un sondeo de Real Clear Politics colocó a la candidata demócrata por delante, pero el sitio web de análisis de encuestas FiveThirtyEight mostró que Trump tiene 52.4 por ciento de posibilidades de ganar en esta entidad.

 

Florida es el estado “columpio” más grande del país, denominado así porque no está definido para ninguno de los dos mayores partidos: Republicano o Demócrata, y las elecciones presidenciales del próximo martes serán muy reñidas.

 

El presidente Obama ganó Florida en 2012 por tan solo 0.9 por ciento de los votos sobre el republicano Romney; eso significa que fueron 74 mil 311 votos de diferencia.

 

La preocupación de la campaña demócrata es tal, que Obama y Clinton regresan este fin de semana a Florida, luego de sendas visitas durante los últimos días.

 

Clinton visitará Pembroke Pines la tarde de este sábado, una comunidad cada vez más diversa en el condado de Broward, para animar a votar temprano a una comunidad compuesta por hispanos, afroamericanos, caribeños y judíos del sur de Florida.

 

 

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Mientras que Obama estará el domingo en Orlando invitando a la población a votar a favor de Clinton.

 

Los análisis del voto anticipado hasta el momento sugieren un final altamente competitivo, algo que no es nuevo para este estado que ya tiene como antecedente el recuento de votos de las elecciones del 2000, pero con los latinos votando en un número mucho mayor que hace cuatro años.

 

Si esos votantes apoyan a Clinton, podría ser difícil para Trump ganar Florida, según los analistas.

 

Y eso podría decidir la elección, por lo que Trump no tiene prácticamente ningún camino para lograr los 270 votos electorales necesarios para ganar la Presidencia, sin los 29 de Florida.

 

Hasta el viernes, unos 4.9 millones de floridanos habían votado por anticipado; de ellos 40 por ciento, es decir, 1.96 millones votaron republicano y 1.95 millones demócrata. Lo que da una delantera al candidato republicano de nueve mil 755 votos, 0.2 por ciento, a unos días de las elecciones.

 

Eso debe preocupar a los republicanos, ya que 24 horas antes la ventaja era de 18 mil 399 votos. 0.41 por ciento.

 

Pero los demócratas también tienen motivos para preocuparse, ya que en 2012 estaban al frente de los republicanos cuatro días antes del día de las elecciones.

 

Hace cuatro años, los demócratas estaban al frente 2.2 puntos porcentuales, casi 76 mil votos de los casi 3.5 millones de sufragios emitidos.

 

Con esa cifra, hace cuatro años, fue que Obama venció a Romney en Florida por menos de un punto porcentual.

 

Debido a lo cerrado que luce la actual batalla electoral, algunos analistas han comenzado a hablar de lo que sucedería si el próximo miércoles Estados Unidos amanece sin un claro ganador en Florida o con un contendiente pidiendo un recuento.

 

Como antecedente, recuerdan las elecciones del 2000, cuando el republicano George W. Bush derrotó a Albert Gore por 537 votos en Florida, a pesar de haber perdido el voto popular. Gore logró 543 mil 895 votos populares más que el ganador.

 

Fuente: Notimex